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     El arte. Aquello que no está, que es invisible, compuesto de infinitas combinaciones. Lo deseamos y lo soñamos pero se deshace sólo de pensarlo. Lo conocen bien los mudos, los ciegos y los sordos, pero su correcta apreciación requiere fundamentalmente de una rutina lo suficientemente vulgar.  Inverbal. Inmaterial. El arte es nuestro espacio negativo. De este deseo insatisfecho brota la poesía.

     Y dentro de esta, el microcosmos poético más delicioso, la cocina.
Lo bueno de la cocina son dos cosas. Lo primero, que la comida está rica. Lo segundo es la poesía que se crea alrededor de ella, producto del hambre. La cocina es un teatro del arte. Sus colores, texturas, olores y sabores son las piezas para un merengue de especulación que proporciona la cantidad exacta de intensidad, sensualidad y glucosa a nuestras gachas vitales.


Tarta de chocolate al chili picante:
     Para la primera capa:1 taza de almendras crudas, 1/2 taza de nueces pecanas, 1/2 taza de dátiles puestos a remojo 10  minutos, 3 cucharaditas de cacao en polvo, 1/2 cucharadita de sal.
     En el robot de cocina o con la batidora, pica las almendras y las nueces pecanas hasta que quede una pasta. Añade los dátiles, el cacao en polvo y la sal y bátelo un poco más. La mezcla debe mantenerse homogénea al presionarla con los dedos, si te ha quedado seca o quebradiza añade una cucharada de agua.
Reserva 1/3 de taza de esta mezcla para el topping y el resto extiéndelo sobre el fondo de un molde pequeño para tartas.
     Para el relleno de chocolate: 3/4 de taza de cacao en polvo, 1/2 taza de sirope de agave, 1/2 cucharadita de canela en polvo y 2 cucharadas de aceite de coco.
     Bate todos los ingredientes en la batidora salvo el aceite de coco, hasta que quede cremoso. Es posible que tengas que raspar los bordes varias veces para que se bata todo a la vez. Añade al final el aceite de coco y bate un poco más para mezclarlo. Cubre con esta mezcla la capa que habías puesto de frutos secos y pon el molde en el congelador al menos 30 minutos.
     Para el relleno de nueces picantes: 2 tazas de nueces de macadamia o anacardos crudos, dejados en remojo la noche anterior, 1/2 taza de sirope de agave, 1 cucharadita de canela, 1 cucharadita de chili en polco, 1/4 de cucharadita de chipotle en polvo, 1/4 de cucharadita de cayena, 1/2 taza de manteca de coco (o margarina vegetal) a temperatura ambiente, 1/4 de taza de agua.
     Con la batidora pica las nueces y el sirope de agave juntos. Añade el resto de ingredientes y bátelo hasta que quede cremoso. Pon esta mezcla sobre las anteriores en el molde que habías dejado en el congelador. Termina la tarta con las nueces picadas del principio y aplástalo para que se pegue al relleno. Deja el molde en el congelador un par de horas, y antes de servirlo déjalo 20 minutos a temperatura ambiente.
     Para hacer las galletitas que lo decoran, utiliza unas cucharadas de la primera mezcla. Extiéndela en una fina capa sobre una lámina para deshidratar, y deshidrátalo a 60ºC durante 12 horas. Para cortarlo utiliza un cortador de galletas coon forma de corazón, y deja los corazones deshidratándose otras 24 horas, hasta que estén crujientes.


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