Desde hace unas semanas vengo notando que la estela que dibujan mis pies se repite de forma bastante fastidiosa. Me da por saltar para intentar cortar el trazo y comenzar una nueva composición. Arrastro los pies simulando una vida tormentosa y profunda. Me miran raro por la calle cuando doy pasos de soldado para hacer mi existencia un poco menos leve, pero tampoco parece que así consiga nada. Quizás un desplazamiento drástico, algún viaje al Norte o quizás al Este, pueda sacarme de este caminar monótono y seriado y trasladarme de vuelta al absurdo vacacional, mi verdadero hogar. Quizás consiga terminar en este puente la проклятье y aleccionadora fragmentación del cuerpo de Dibujo III y pueda empezar por fin esas lecciones de claquet vía YouTube.
y de fondo...Edward Sharpe & The Magnetic Zeros - Home
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