"En primer lugar, me pareció interesante hacerte conocedora de la etimología y significación de tan peculiar vocablo con el que se te invoca: Según fuentes, de dudosa fiabilidad, encarnas a “la protectora valiente”. Zunilda es un término de origen germánico, cuya variante se presenta con una morfología más risible si cabe: Siglinda.En cuanto a la naturaleza emotiva, que sepas LuZ que te expresas por medio de la perseverancia, las asociaciones, el planteamiento y el asentamiento. En lo expresivo, amas la ejecución, la planificación y aportar ideas maravillosas. Posees un talento natural, una mente de pensamiento deductivo, más dependiente de la intuición que de la razón. Recibes aumento en tareas que requieren meditación, inspiración, inmersión en las profundidades del ser y de las cosas. Amas lo elevado y lo complejo, lo que se siente y lo que se presiente y siempre gozas del contacto con la naturaleza. Si consideramos el plano laboral, podrías destacar en profesiones tales como horticultor, analista o líder religioso. Tu número de la suerte será el 5.Considerando este perfil y tus recién desenmascaradas aspiraciones devotas, me encuentro psicotécnicamente capacitada para discurrir sin prejuicios e indagar en tu encefalopatía irreverente. A estas alturas, oh Zunilda, hemos experimentado con la cleptomanía, trastornos obsesivo-compulsivos, exhibicionismo, estrés postraumático, falofilia, misofalía, estados bipolares y meteorismo. El objeto de la cuestión sin embargo, radica en mi incapacidad para descifrar tu peculiar idiosincrasia. Posiblemente he de sumergirme en el campo de la transgénica o de las mutaciones orgánicas… aún así me llevará tiempo culminar con un diagnóstico sublime.
En cualquier caso, aunque nunca logre esclarecer el cuadro clínico que ando persiguiendo, que sepas que alabaré tu obra en mis artículos, ya que he descubierto que estamos facultadas para crear una simbiosis sinérgica (palabra que he aprendido hoy y que resulta ser: la integración de elementos que da como resultado algo más grande que la simple suma de éstos).
Eternamente absurda, Helena."
He aquí el encanto sublime de mi ready-made particular. Quien aprecie a esta persona lo hará en cálidad de sujeto del arte, de sibarita, pues constituye ella misma, a mi parecer, la mejor de las obras.
Destruye con tu minipimer cada ápice del lenguaje para volver a construirlo a modus magnificus, Lammer de los Bosques. Solo tú sabes hacerlo.
Saludos,
Siglinda, la horticultora alegre
Angels - Elliot Smith
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